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LA SOCIEDAD CIVIL y GUERRA PSICOLÓGICA
Hace ya dos siglos San Martín con su genio militar desarrolló la guerra de zapa para darle pelea a los realistas del otro lado de la cordillera, una táctica militar de espionaje y engaños ideada para producir inquietud y confusión en la tropa enemiga y obtener información. Esta fue una modalidad de la guerra psicológica, aunque por entonces no se utilizara esta definición.

ANEXO Etapas del tramo III Causa ESMA Unificada
1 En principio, la prueba de la “directa relación de todos los imputados con las acciones ilícitas” cometidas durante la última dictadura cívico-militar, como “parte indispensable de la violencia ejercida por el terrorismo de Estado”.
El análisis de los aspectos generales del cuadro de imputación, citando el origen de toda la documentación utilizada como prueba; y pasando revista al rol que tuvo la justicia militar en el año 1984.
La valoración de toda la instancia testimonial, especialmente los de las víctimas-testigo; “nadie puede reprochar la tarea del sobreviviente, porque cuando la justicia estaba ausente; ellos siguieron la búsqueda por la verdad”. Y el repudio a los ataques sistemáticos de las defensas en relación a estos testigos a lo largo de las distintas audiencias.
El detalle de la “Organización criminal durante el terrorismo de Estado”, analizando tanto el plan sistemático de ocultamiento de pruebas; el PLACINTARA (Plan de Capacidades de la Armada); la conformación de la Armada desde el 24 de marzo de 1976 en adelante; el grupo de tareas 2.3.3; los vínculos con el Ejército y los altos mandos.
El análisis de la relación entre la Prefectura Naval y el Grupo de Tareas de la ESMA. La Prefectura también funcionó como “agencia de colección de información”. “Los que fueron llamados a integrar esta estructura actuaron bajo la figura de ‘enlace’, los cuales tuvieron un rol preponderante. El ‘enlace’ no era una comisión, unía dos entidades en una tarea común, los ‘enlaces’ no dejan de revistar en el Servicio de Inteligencia de Prefectura Naval –SIPNA- que están trabajando en la ESMA, cumplen funciones conjuntas.
La consideración especial acerca de que “el poder civil-económico y el poder militar de la dictadura no pueden separarse” y que “el golpe de Estado tuvo su aporte civil: sumó cuadros técnicos y un programa económico acorde con los ideales instaurados por los dictadores”.
La explicación que a partir del 24 de marzo de 1976 las Fuerzas de Seguridad quedaron bajo la jurisdicción de las Fuerzas Armadas. Miembros de la Policía Federal participaron de los secuestros y las torturas estando en comisión en la ESMA con destinos encubiertos; incluso, algunos colaboraron de manera voluntaria en los crímenes cometidos en el centro clandestino.
El análisis del fluido intercambio de información entre el Servicio de Inteligencia Naval (SIN) y el grupo de tareas de la ESMA. La afirmación de que la Jefatura de Inteligencia Naval (JEIN) y el SIN proveyeron de personal adecuado para la “lucha contra la subversión”.
La comprobación de que la ESMA contó con anexos que posibilitaron la continuidad de los delitos en distintas casa-quintas en: Del Viso, Tortuguitas, La Plata, la casa del SIN, la isla del Tigre, etc. Uno de esos anexos fue una casa en Thames y Panamericana, Villa Adelina, provincia de Buenos Aires, conocida como “Casa del SIN” o “Casa del COARA (Comandante en Jefe de la Armada Argentina)”
La acreditación y el análisis de pruebas referidas a los vuelos de la muerte, como una de las formas de asesinato y desaparición dentro del centro clandestino ESMA. El sistema de eliminación física mediante la utilización de aeronaves militares; las estructuras vigentes en la época de los hechos; las aeronaves militares, y las manifestaciones de los imputados. “La desaparición de personas mediante aeronaves navales garantizó la impunidad de los hechos…Los vuelos de la muerte fue el método por excelencia de exterminio utilizado por el grupo de tareas”. La modalidad de los “traslados”: eran colectivos en su mayoría, tenían una frecuencia semanal, los secuestrados eran puestos en fila, se les inyectaba pentotal, se les creaba a los secuestrados falsas expectativas sobre traslados a granjas en el sur, se escuchaban camiones y helicópteros que facilitaban el traslado hacia las aeronaves, se escuchaba música estridente esos días, los miembros del grupo del tareas utilizaron eufemismos como: “se van para arriba”, “comida de peces” y “monjas voladoras”. Existen múltiples referencias a los “traslados”. Éstos, casi en su totalidad están en directa relación con “los vuelos de la muerte”. Es en este juicio, que por primera vez, “los traslados” se presentan en estrecha dependencia con los “vuelos de la muerte” y por primera vez también, serán juzgados los pilotos relacionados con estos vuelos.
El análisis de las decenas de coberturas de diarios sobre los supuestos “enfrentamientos” durante la dictadura. El señalamiento de las operaciones de prensa, como por ejemplo la entrevista montada a Thelma Jara de Cabezas, que fuera realizada mientras ella estaba detenida-desaparecida en el centro clandestino ESMA; donde se vio obligada a acusar a la organización Montoneros de haber secuestrado a Alice Domon y Leónnie Duquet
2 52 fueron de prisión perpetua para: Jorge Eduardo "El Tigre" Acosta, Randolfo Luis "Tano" Agusti Scacchi, Juan Arturo "Ariel" Alomar, Paulino Oscar Altamira, Alfredo Ignacio Astiz, Daniel Humberto Baucero, Carlos Octavio Capdevilla, Ricardo Miguel Cavallo, Rodolfo Oscar Cionchi, Miguel Enrique Clements, Daniel Néstor Cuomo, Juan de Dios Daer, Hugo Enrique Damario, Carlos Eduardo Daviou, Francisco Armando Di Paola, Adolfo Miguel Donda Tigel, Rubén Oscar Franco, Miguel Ángel García Velasco, Pablo Eduardo García Velasco, Alberto Eduardo González, Orlando González, Ricardo Jorge Lynch Jones, Jorge Luis Magnacco, Rogelio José Martínez Pizarro, Luis Ambrosio Navarro, Víctor Roberto Olivera, Rubén Ricardo Ormello, Edgardo Aroldo Otero, Guillermo Horacio Pazos, Antonio Rosario Pereyra, Antonio Pernías, Julio Alberto Poch, Héctor Francisco Polchi, Jorge Carlos Radice, Francisco Lucio Rioja, Miguel Ángel Alberto Rodríguez, Juan Carlos Rolón, Néstor Omar Savio, Hugo Héctor Siffredi, Emir Sisul Hess, Carlos Guillermo Suárez Mason, Antonio Vañek, Eugenio Bautista Vilardo, Mario Daniel Arru, Juan Antonio Azic, Alejandro Domingo DAgostino, Enrique José de Saint Georges y Jorge Manuel Díaz Smith, Claudio Orlando Pittana y Ernesto Frimón Weber y Gonzalo Dalmasio Torres de Tolosa
Eduardo Aroldo Otero, contraalmirante retirado de la Armada Argentina; Mario Pablo Palet, contraalmirante retirado de la Armada Argentina; Juan Ernesto Alemann, ex secretario de Hacienda de la Nación entre 1976 y 1981, es uno de los dos civiles juzgados en esta etapa de la megacausa; Alfredo Astiz, ex Capitán de Fragata de la Armada; Antonio Pernías, oficial retirado de la Armada Argentina; Ricardo Jorge Lynch Jones, Capitán De Fragata retirado de la Armada Argentina; Jorge Eduardo Acosta, oficial retirado de la Armada Argentina; Rogelio José Martínez Pizarro, Capitán de Fragata Médico de la Armada Argentina; Jorge Carlos Radice, oficial retirado de la Armada Argentina; Carlos Octavio Capdevila, Capitán de Fragata Médico retirado de la Armada Argentina; Adolfo Miguel Donda, Capitán de Corbeta retirado de la Armada Argentina; Ricardo Miguel Cavallo, oficial retirado de la Armada Argentina; y Enrique José De Saint Georges, ex Comandante de Aerolíneas Argentinas; Francisco Lucio Rioja, capitán de navío retirado de la Armada Argentina; Víctor Roberto Olivera, suboficial primero retirado de la Armada Argentina; Jorge Luis Magnacco, capitán de navío retirado de la Armada Argentina; Juan Carlos Fotea, subinspector retirado de la Policía Federal Argentina; Claudio Orlando Pittana, suboficial retirado de la Policía Federal Argentina; Orlando González, suboficial principal retirado de la Armada; Rubén Oscar Franco, almirante retirado de la Armada; Héctor Francisco Polchi, suboficial primero retirado de la Armada; Daniel Néstor Cuomo, suboficial retirado de la Armada; Juan de Dios Daer, suboficial principal retirado de la Armada; Daniel Humberto Baucero, suboficial mayor retirado de la Armada; Jorge Manuel Díaz Smith, prefecto principal de la Prefectura Naval; Paulino Oscar Altamira, suboficial principal retirado de la Armada; y Antonio Pereyra, suboficial principal retirado de la Armada. iez años de prisión para el civil Juan Ernesto Alemann; 18 años de prisión para el militar del Ejército, Roque Ángel Martello; y 25 años de prisión para los marinos Julio César Binotti y Mario Pablo Palet.
Eduardo Aroldo Otero, contraalmirante retirado de la Armada Argentina; Mario Pablo Palet, contraalmirante retirado de la Armada Argentina; Juan Ernesto Alemann, ex secretario de Hacienda de la Nación entre 1976 y 1981, es uno de los dos civiles juzgados en esta etapa de la megacausa; Alfredo Astiz, ex Capitán de Fragata de la Armada; Antonio Pernías, oficial retirado de la Armada Argentina; Ricardo Jorge Lynch Jones, Capitán De Fragata retirado de la Armada Argentina; Jorge Eduardo Acosta, oficial retirado de la Armada Argentina; Rogelio José Martínez Pizarro, Capitán de Fragata Médico de la Armada Argentina; Jorge Carlos Radice, oficial retirado de la Armada Argentina; Carlos Octavio Capdevila, Capitán de Fragata Médico retirado de la Armada Argentina; Adolfo Miguel Donda, Capitán de Corbeta retirado de la Armada Argentina; Ricardo Miguel Cavallo, oficial retirado de la Armada Argentina; y Enrique José De Saint Georges, ex Comandante de Aerolíneas Argentinas; Francisco Lucio Rioja, capitán de navío retirado de la Armada Argentina; Víctor Roberto Olivera, suboficial primero retirado de la Armada Argentina; Jorge Luis Magnacco, capitán de navío retirado de la Armada Argentina; Juan Carlos Fotea, subinspector retirado de la Policía Federal Argentina; Claudio Orlando Pittana, suboficial retirado de la Policía Federal Argentina; Orlando González, suboficial principal retirado de la Armada; Rubén Oscar Franco, almirante retirado de la Armada; Héctor Francisco Polchi, suboficial primero retirado de la Armada; Daniel Néstor Cuomo, suboficial retirado de la Armada; Juan de Dios Daer,
suboficial principal retirado de la Armada; Daniel Humberto Baucero, suboficial mayor retirado de la Armada; Jorge Manuel Díaz Smith, prefecto principal de la Prefectura Naval; Paulino Oscar Altamira, suboficial principal retirado de la Armada; y Antonio Pereyra, suboficial principal retirado de la Armada.
4 Pablo Garcia Velasco (604 casos); Néstor Savio (600); Alberto González (555); Juan Carlos Rolón (533); Hugo Damario (348) y Eugenio Vilardo (334).
5 http://memoria.telam.com.ar/noticia/esma-iii--las-defensas-hace-siete-meses-que-alegan_n7194

MEGACAUSA ESMA Juicio III
Nos encontramos a semanas, de lo que será el veredicto final del Juicio ESMA III. Un final esperado por todos aquellos que de una u otra manera estamos vinculados a las 789 víctimas que se investigan y sobre las cuales, hubo lugar a casi 800 declaraciones testimoniales.
ESMA III viene llevando un debate oral y público que está por completar sus cinco años. Ya sea por la extensión en el tiempo; por la cantidad de víctimas investigadas y por los 54 imputados que serán juzgados 1; se ubica entre los más importantes de la historia judicial y el más emblemático de los juicios contra delitos de lesa humanidad en nuestro país. ESMA III que comenzó su primera audiencia oral y pública el 28 de noviembre de 2012 reviste también trascendencia internacional, de enorme interés en la prensa extranjera: tanto por la imputación de Julio Poch, tras haberse jactado públicamente en Holanda de haber participado en los vuelos de la muerte; por la investigación de Dagmar Hagelin, una joven sueca que fue baleada en la calle en febrero de 1977 y llevada a la ESMA; como por los conocidos casos de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet.
Desde noviembre del 2012 el juicio ha transitado prácticamente todas las instancias, que ordenamos cronológicamente .2
- Características generales Causa ESMA I; II y III
- Consideraciones preliminares de los requerimientos de elevación a Juicio
- Lectura de casos de las víctimas y de acusaciones a los imputados en el Juicio III
- Ampliación de las declaraciones indagatorias de los imputados
- Etapa Testimonial
- Alegatos
- Ministerio Público Fiscal
- Querellas
- Defensas
- Réplica y Dúplica: Planteo del Ministerio Público Fiscal
- Última etapa del Juicio
La prolongación en el tiempo de este debate oral y público, resulta a esta altura muy inquietante. Conversamos con Pablo Llonto, uno de los abogados querellantes de esta causa,
1 Los imputados en ese momento eran: Jorge Eduardo ACOSTA, Rodolfo Luis AGUSTI SCACCHI, Juan Arturo ALOMAR, Paulino Oscar ALTAMIRA, Mario Daniel ARRÚ, Alfredo Ignacio ASTIZ, Juan Antonio AZIC, Daniel Humberto BAUCERO, Julio Cesar BINOTTI, Carlos Octavio CAPDEVILA, Víctor Francisco CARDO, Ricardo Miguel CAVALLO, Miguel Enrique CLEMENTS, Daniel Oscar CUOMO, Rodolfo Oscar CIONCHI, Alejandro Domingo D’AGOSTINO, Juan de Dios DAER, Carlos Eduardo DAVIOU, Jorge Manuel DÍAZ SMITH, Francisco Armando DI PAOLA, Adolfo Miguel DONDA TIGEL, Juan Carlos FOTEA, Carlos Jaime FRAGUIO Rubén Oscar FRANCO, Carlos GALIÁN, Manuel Jacinto GARCÍA TALLADA, Miguel Ángel GARCÍA VELASCO, Pablo Eduardo GARCÍA VELASCO, Carlos Orlando GENEROSO, Alberto Eduardo GONZÁLEZ, Orlando GONZÁLEZ, Jorge Raúl GONZÁLEZ, Oscar Rubén LANZON, Ricardo Jorge LYNCH JONES, Jorge Luis MAGNACCO, Rogelio José MARTÍNEZ PIZARRO, Eduardo MORRIS GIRLING, Víctor Roberto OLIVERA, Rubén Ricardo ORMELLO, Edgardo Aroldo OTERO, Mario Pablo PALET, Guillermo Horacio PAZOS, Antonio Rosario PEREYRA, Roberto PÉREZ FROIO, Antonio PERNÍAS, Claudio Orlando PITTANA, Julio Alberto POCH, Héctor Francisco POLCHI, Jorge Carlos RADICE, Francisco Lucio RIOJA, Miguel Ángel Alberto RODRÍGUEZ, Juan Carlos ROLÓN, Enrique José DE SAINT GEORGES, Pedro Antonio SANTAMARÍA, Néstor Omar SAVIO, Raúl Enrique SCHELLER, Hugo Héctor SIFFREDI, Emir SISUL HESS, Carlos Guillermo SUÁREZ MASON, Gonzalo TORRES DE TOLOSA, Julio Antonio TORTI, Antonio VAÑEK, Eugenio Bautista VILARDO, Ernesto Frimón WEBER, Roque Ángel MARTELLO, Hugo Enrique DAMARIO, Juan Ernesto ALEMANN y Luis Ambrosio NAVARRO.
De estos 68 imputados, 17 ya tenían condena previa, tanto por el juicio ESMA II, como por el finalizado juicio contra el Plan Sistemático de robo de bebés de hijos de desaparecidos. en la actualidad el número de imputados descendió a 54, debido al fallecimiento de algunos de ellos, como a otros apartados por razones de salud. Los primeros son: Víctor Francisco Cardo, Enrique José de Saint Georges, Carlos Jaime Fraguio, Carlos Galián, Carlos Orlando Generoso, Eduardo Morris Girling, Jorge Raúl González, Oscar Rubén Lanzón, Roberto Pérez Froio, Raúl Enrique Scheller y Julio Antonio Torti; y los imputados apartados por razones de salud: Manuel Jacinto García Tallada, Pedro Antonio Santamaría y Antonio Vañek).
2 Véase anexo con relato sintético de las etapas del Juicio ESMA III
que afirma: “La lógica indica que cuanto más lejos se está del hecho, más rápido debería hacerse el juicio; porque toda la prueba y sobre todo la testimonial que es la base de los juicios, corre peligro por estar muy lejos del tiempo en que ocurrieron los hechos. En todos los juicios siempre hay testigos que se enferman o que fallecen. En todos los casos y en cada juicio que se inicia, tenemos la cabeza puesta en ‘¿cuándo llegue a la sentencia estará vivo?’, lo cual es válido tanto para los imputados como para los testigos”. La Causa ESMA se inscribe dentro de lo que sucede en la actualidad con todos los juicios por crímenes de lesa humanidad en relación a la lentitud con la cual se llevan a cabo y el problema radica en las audiencias. “A esta altura debería haber audiencias de lunes a viernes. Eso de tres veces por semana fue una concesión para los años anteriores. Hoy, cada día vale tres meses. Si esa lentitud hoy se evalúa de acuerdo al tiempo transcurrido nos encontramos ante un problema gravísimo” insiste Llonto y resalta la responsabilidad del Poder Judicial, que es quien debería tomar la decisión de acelerarlos. También refiere a la diferencia de estos juicios respecto al Juicio a las Juntas en el año 1985. “El juicio se realizó de manera rápida, básicamente porque había una decisión política del Poder Judicial de decir ‘vamos a juzgarlos’ y vamos a hacer audiencias de lunes a viernes, es decir todos los días desde las 15 horas. La Cámara tenía seis jueces y dos salas. En aquel momento, todos querían estar, nadie quería estar fuera de ese juicio histórico. Así que resolvieron que se hiciera con seis jueces en dos salas; modificando el horario que iniciaba a partir de las 15 exclusivamente con el juicio a las juntas hasta las ocho, diez, 12 de la noche. Hubo una audiencia que terminó a las cuatro menos cuarto de la madrugada. Fue un ejemplo de clara decisión política, lo que no ha venido sucediendo hasta ahora” 3.
Como ya escribimos, aguardamos con impaciencia la aceleración de los procedimientos, especialmente ahora en octubre en que se está abordando a la etapa final del juicio III de ESMA; particularmente el momento en el cual los imputados expresan sus “últimas palabras” ante el Tribunal; quien está obligado a escuchar, antes de la deliberación previa al dictamen de sentencia. Sin embargo y nuevamente observamos esa ‘lentificación’ a la que aludimos; ya que se estipuló sólo los miércoles, como único día para las audiencias restantes.
El 4 de octubre comenzaron Rogelio Martínez Pizarro, Ricardo Cavallo y Alfredo Astiz. En la audiencia siguiente le tocó el turno a Roque Ángel Martello, Julio Alberto Poch y Miguel Enrique Clements; y en la del pasado miércoles 18 de octubre le correspondía hablar a Jorge E. Acosta, Juan Carlos Rolón y a Eugenio Vilardo; declarando sólo los dos últimos, dado que Acosta no habló. No amerita transcribir textualmente todo el contenido de las “últimas palabras” que cada uno de los imputados fue expresando hasta el momento de esta nota. Todos insistieron en negar tanto las acusaciones, como su participación en los hechos que se les imputan. Mantuvieron una posición homogénea en apuntar contra el Ministerio Público Fiscal, arremetiendo contra los fiscales en calidad de mentirosos y distorsionadores de todo el proceso judicial. De igual modo, lo hicieron contra los testimoniantes acusándolos de haber sido “preparados y capacitados”. Además de la falsedad de estos dichos; lo más tremendo, es la voluntad de ensañarse criminalizando a las propias víctimas; evitando brindar toda información acerca de sus destinos. Un funesto pacto de silencio; cruel para los familiares y seres queridos de todas aquellos que están desaparecidos.
3 http://memoria.telam.com.ar/noticia/algunas-consideraciones-sobre-la-causa-esma_n7197
Respecto a Alfredo Astiz 4; sus declaraciones no difieren en general a las de los imputados que hablaron, pero merecen resaltarse algunos párrafos de su declaración. En principio se tomó casi una hora y media para leer su escrito que según sus palabras ameritaría una escucha de 15 horas. Es decir, no respetó los 40 minutos dispuestos por el Tribunal; y lamentablemente presenciamos que en ningún momento el Tribunal le ordenó respetar el tiempo previsto; tampoco en cuestionar el lenguaje utilizado por el acusado; que desde otra óptica podría ser pensado como una ‘apología del crimen´. Astiz, con la arrogancia que lo caracteriza, comenzó afirmando su total desconocimiento a los tribunales que lo juzgan, como de no necesitar defensa. “… estábamos en una guerra, por lo que deberíamos ser juzgados por el código de justicia militar por los supuestos hechos”. Se victimizó como un perseguido por el “terrorismo judicial” donde abundó en acusaciones no sólo contra el Ministerio Público Fiscal, también contra el Tribunal, contra la Corte Suprema de Justicia y en especial contra su Presidente, Ricardo Lorenzetti. No escatimó agravios contra éste, y de igual modo lo hizo contra el Ex Juez Eugenio Zaffaroni. Como los otros acusados, despreció a todos los testigos que intervinieron en el juicio; afirmando además que habían sido “capacitados” por la fiscalía. Se refirió a los procesos judiciales por delitos de lesa humanidad, como “juicios de venganza” y que la verdadera razón de los mismos apuntó siempre a “destruir y quitar poder a las Fuerzas Armadas por la derrota sufrida durante los 70”. Tampoco escatimó injurias contra Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner y en el mismo tono ofensivo se refirió a los organismos de derechos humanos como “pequeños y molestos grupos residuales”. Le restó también toda culpa a las Fuerzas Armadas y de Seguridad: “se vieron obligadas a responderles a los terroristas”. Todo su discurso no tuvo diferencias sustantivas al que emitió en el año 2013, momento en que amplió sus declaraciones indagatorias 5 . Un discurso de orden psicopático y provocador tanto para el Tribunal como para el público presente en representación de las víctimas; pero también reflexiones carentes de sustento y de una pobreza intelectual significativa. Podríamos ubicar estas declaraciones en lo que Hannah Arendt resalta en su libro ‘Un estudio sobre la banalidad del mal’ publicado en 1963 con motivo del juicio a Eichmann, en Jerusalén. La pensadora alemana, afirma que aparte de un deseo de mejorar su carrera, Eichmann no mostró ningún rastro de daño psicológico. El famoso concepto banalidad del mal, indica que el comportamiento de Eichmann en el juicio, no mostrando ni culpa ni odio, alegando que él no tenía ninguna responsabilidad porque estaba simplemente ‘haciendo su trabajo, cumpliendo con su deber y que no sólo obedeció las órdenes, también obedeció a la ley’. La diferencia con Astiz, es que éste sí, destilaba odio y rencor en sus dichos ante el Tribunal.
No obstante en su declaración del pasado 4 de octubre se observan otras cuestiones al momento en que amplió sus declaraciones en febrero de 2013 y es fundamentalmente la diferencia de contexto, diametralmente opuesto al momento político que vivimos en la actualidad. Un ejemplo de ello fue la forma en que se explayó con descaro acerca de su
4 Alfredo Astiz fue condenado por primera vez en la Argentina el 26 de octubre de 2011 dentro del Juicio ESMA II a la pena de prisión perpetua por lo que cumple su arresto en el pabellón de lesa humanidad del Penal de Marcos Paz. No obstante también y en el año 2008, fue condenado a prisión perpetua en ausencia, por la Corte de Apelaciones en lo Penal de Roma. Actualmente, está siendo juzgado por los casos de más de 300 víctimas. Está acusado de los delitos de privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, homicidio, retención, sustracción y ocultación de menores de 10 años de edad, delitos agravados por su condición de funcionario público. Astiz integró el Grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA en el sector de “Inteligencia”.
5 Véase Ampliación declaraciones indagatorias en anexo con las etapas del Juicio ESMA III
concepto de la guerra sin tiempos. “La guerra contra el terrorismo nunca se gana, sino que requiere la sucesión de distintas batallas”. Advirtió con total impunidad y soberbia su descrédito al reclamo soberano por Malvinas, manifestando que nadie toma en cuenta “el peligro, que se vive con la Patagonia, en vías de secesión en manos del terrorismo mapuche originario”. Ante los sucesos vividos por la represión ilegal llevada a cabo por la Gendarmería contra la comunidad mapuche ‘Pu Lof’ el pasado 1° de agosto y la posterior desaparición forzada del Joven Maldonado, los dichos del represor Astiz, resultan verdaderamente alarmantes! Finalmente luego de más de una hora terminó su discurso diciendo textualmente: “Nunca voy a pedir perdón por defender a mi patria”. Además de ser tremendamente ofensivo; Astiz apunta psicopáticamente a culpar a quienes lo escuchan, también a la sociedad en su conjunto.
A modo de Cierre
El curso de ESMA III deja constancia del grado de sadismo, impunidad y perversión del accionar del Grupo de Tareas 3.3.2; también de la Armada y de otras fuerzas de seguridad dentro de la Escuela de Mecánica de la Armada. La causa ESMA es paradigmática como ejemplo del terror impuesto desde la estructura del Estado durante última dictadura cívico-militar. La más sangrienta que conocimos en nuestro país y que opera como un faro que ilumina los hechos históricos sobre los cuales se ha fundado nuestra Nación; señalando a las cúpulas de las Fuerzas Armadas en su histórico rol de custodios de un modelo económico-político-social diseñado para beneficio de los sectores oligárquico-monopólico y financieros; que se remontan desde las matanzas de los pueblos originarios, los primeros desaparecidos; y que hoy dado los hechos mencionados, vuelven a adquirir relevancia y actualidad.
Lamentablemente no todo el conjunto social ha comprendido el daño profundo de la última dictadura y por qué pasó lo que pasó en nuestro país. Las dictaduras producen una verdadera devastación en las posibilidades del pensamiento. Y en este sentido, los juicios que pondrían en real evidencia ese daño profundo, no tienen la repercusión que deberían. “Los grandes medios colaboran para que las personas pierdan interés en los mismos. ¿Cuánto sabe nuestra sociedad de toda la información que surge de los juicios por delitos de Lesa Humanidad en el país? La censura, la autocensura y el desinterés de muchos periodistas conforman la regla que pretenden aplicar: a los juicios, cero pantalla, cero micrófono. En los juicios no sólo transcurren los relatos del horror y el genocidio; allí se concentra además la vida misma de los argentinos de las últimas cuatro décadas”, comenta nuevamente Pablo Llonto 6. Cecilia González, periodista mexicana señala “el ejemplo de esperanza que significa para México y para el mundo, el proceso de memoria, verdad y justicia argentino del que muchas veces no se tiene verdadera conciencia” 7
En honor a todas las víctimas de la ESMA esperamos con ansiedad el dictamen del Tribunal. Es de enorme importancia el juzgamiento de los 54 imputados; no obstante no es suficiente, dado que entre éstos, el pacto de silencio por estos crímenes, crímenes de lesa humanidad; continúa vigente. Ninguno ha dicho la verdad sobre lo que sucedió con todas las víctimas que continúan desaparecidas. Esto significa una herida abierta en el seno de nuestra sociedad. El
6 Reflexiones en el marco del encuentro “Contar los juicios”: charla debate sobre el periodismo y los juicios de lesa humanidad. Con la presencia de Pablo Llonto, Victoria Ginzberg y Cecilia González, realizado el 23 de agosto, en el Espacio Memoria.
7 Ídem
sociólogo Alejandro Horowicz 8 escribe certeros párrafos sobre los efectos del terrorismo de Estado dentro de la sociedad argentina: “Fuimos dañados… El terror constituye un camino inamovible, aísla y reproduce con venenosa fuerza la impotente rabia del miedo. El proceso de reorganización nacional, nos procesó, capturando nuestra subjetividad, rehaciendo nuestro deseo, pulverizando nuestra capacidad de reconstrucción moral e imponiéndonos el rechazo a cualquier resistencia.”
Por ser parte de esta causa es complejo escribir, sin sentirse involucrado. Querello en la misma, por la desaparición de mi hermana Verónica que fue vista en lo que fue el Centro Clandestino de Detención de la ESMA, lo cual lógicamente me afecta profundamente y por lo que reclamo verdad y justicia también. Cuando escuchamos a los imputados ilegitimar y hasta burlarse de los testimonios vertidos por los amigos o familiares de las victimas que se investigan, no podemos más que perturbarnos. Se actualizan las secuelas gravísimas que tiene una desaparición dentro de cada familia, en singular también. Ya me he referido a la parte testimonial de este juicio y a la importancia de ese momento para quienes tuvimos un vínculo familiar y amoroso con las víctimas, y a la oportunidad indiscutible de expresarlo ante un tribunal. Es sanador, es terapéutico, es traer al presente a nuestros seres amados es “des-desaparecerlos”, es darle un lugar en la historia y en la memoria de nuestro país.
Finalizo entonces, citando nuevamente a Horowicz. “… La Historia se relata desde una perspectiva personal, entendiendo que esta perspectiva es un ángulo de mira y no, el relato de una peripecia personal. Aunque lo personal se vuelve significativo en este sentido porque nuestro obligado punto de partida es el propio e intransferible dolor…”
Nota
El TOF Nº5 había fijado la fecha para inaugurar la siguiente instancia del juicio (cuarta), para el día el 10 de agosto de 2017, pero la misma fue suspendida sin previo aviso. En este nuevo tramo habrá 10 imputados, entre ex integrantes de la armada y agentes civiles de inteligencia del ejército. No tenemos aún una fecha cierta para el comienzo de este tramo.
[1] Alejandro Horowicz, “Las Dictaduras Argentinas. Historia de una frustración nacional” Ed. Convergencia, Buenos Aires, 2011